miércoles, 15 de mayo de 2013

Memoria y comprensión unidas para aprender


       Comprender y recordar son aptitudes separadas. Se desarrollan de forma independiente y a diferentes velocidades. Por lo tanto, es posible (y probable mientras estés adquiriendo estas nuevas aptitudes) tener una buena comprensión y, una deficiente capacidad para recordar. La situación ideal es desarrollar armónicamente ambas aptitudes, memoria y comprensión.

        Comprender  es sinónimo de entender. En la definición de memoria está implícita la asunción de que se ha producido un aprendizaje. Difícilmente podrás recordar algo que no hayas aprendido anteriormente o algo que no hayas comprendido previamente. La memoria tiene una doble función: almacenar los conocimientos y poder recordarlos.

             En consecuencia, es fácil suponer que puede hablarse de diferentes procesos de memoria. Podemos definirlos como las operaciones activas puestas en marcha por los sujetos con objeto de manipular u operar sobre la información. Los procesos y estructuras se complementan entre sí.


         Según  el modelo de Crack y Lockhart (1972), la memoria es el producto de las actividades de procesamiento que se aplican a la información. Estos autores sostienen que un mejor rendimiento de la memoria se relaciona con un análisis profundo del contenido y no con la simple repetición. De allí proviene la importancia de la realización de esquemas o mapas para la retención en la memoria: Una mayor profundidad de procesamiento que lleva consigo la estructuración en esquemas o mapas está asociada con una mayor retención. 

La realización de esquemas, así como cualquier tarea ELABORATIVA (subrayado, resúmenes, esquemas, mapas mentales, mapas conceptuales, auto-preguntas…) que se realice con el contenido a memorizar implica una MAYOR PROFUNDIZACIÓN DEL PROCESAMIENTO.

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